lunes, agosto 15

Una que arrasó, dos que fueron un fiasco, otro que dio el batacazo y una que se terminó de morir


Cris pasión: les pegó un baile a todos. A pesar de las represiones recientes de sus gobernadores aliados, de la redistribución que nuncá llegó y de la inflación, su gestión también es la abanderada de la estabilidad en tiempos de crisis mundial y ese es un valor fundamental del que los ejecutivos provinciales también se beneficiaron. 
La lógica del modelo amigable con los grandes grupos económicos, con políticas de voluntad inclusiva y con una retórica popular goza de buena salud y se hizo acreedora hasta de los votos esos que a Fito le dan asco. Obviamente también de otros tantos. Entre ellos, muchos de los que esperan la profundización del modelo. 
Lo de Cristina Kirchner fue soberbio y corresponde felicitarla.

Los hermanos Macana: El Cabezón y Ricardito después de meses de campaña, de mucha inversión publicitaria y de mil tejes y manejes (alguno non santo?) cosecharon un número muy magro en su afán de proyectarse como alternativa al oficialismo que denostaron de las peores maneras. Incluyendo hasta intentar sembrar el miedo en la sociedad. Llegaron a su techo. Lo que sigue es la rodada, las peleas y el final.

Hermes Winner: Fue la sorpresa en una elección que aparecía como muy difícil. Fue a buscar su espacio político y lo empezó a encontrar. Con más de 10 puntos en la nacional, quedó muy cerca de los hermanos Macana. Debutando como candidato a presidente, con un desconocimiento del 50% y con sólo tres semanas de campaña hizo una gran elección, destacándose especialmente la de la Ciudad de Buenos Aires. Su apuesta fue clara, anteponer al Nunca Menos del gobierno, la idea de que se puede ir por mucho más y sin la lógica de los barones del conurbano y otros indeseables. Se le abre a Binner un camino importante de aquí a Octubre que lo puede ubicar sin problemas, como la principal alternativa al oficialismo. Y de cara al 2015 el camino puede transformarse en una ancha autopista.

La morta chi parla: hizo un nuevo papelón y tal vez sea el último. Después de una maratónica travesía que la llevó a ir y venir de la escena pública, a llorar, hacer silencios, profetizar catástrofes, sembrar odios y aceptar que estaba loca su corazón dejó de latir. Una pena para el 3%. Una alegría para todo el otro 97%.

Conclusión al paso: ¡A otro con el cuento de que la sociedad se derechiza!

No hay comentarios: