La apuesta publicitaria de Binner tiene el gran acierto de la simpleza. Va en busca del voto progresista y con el agregado de que puede mostrar una gestión exitosa en una de las provincias más grandes de nuestro país. No es poco argumento.
Entre las piruetas de un Alfonsín que ya no sabe a quien le habla, que exige la renuncia de Zaffaroni, un ex amigo de su padre o que busca la mano dura solidaria (?) y un gobierno nacional encerrado cada vez más en sus propias voces y con tantas caras tan tristemente célebres en sendas intendencias, gobernaciones y ejecutivos, la apuesta de Binner de mostrar que existe un espacio que busca mucho más que el "Nunca menos", este domingo puede empezar a dar sus frutos y transformarse en un primer paso interesante de cara a las elecciones de Octubre. Y con un hitazo electoral de yapa.
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