Ayer un vecino de Soldati se mostraba indignado ante el micrófono porque "estos mean y cagan en el parque". Ahora están llevando baños químicos y en cualquier momento algún notero le pondrá un micrófono a un vecino también indignado, y tal vez hasta sea el mismo de ayer, porque le traigan baños de emergencia (a los desesperados ocupantes) cuando él se "rompió el lomo laburando" además de ser "argentino".
Cuentan que ocho de cada diez "laburantes y argentinos", de los que viven en casas de material en la zona, culpan a los bolivianos por todo éste lío y piden a gritos la intromisión de los soldados imperiales o una buena rociada con napalm.
Macri lo sabe, no llegó a jefe de gobierno por su progresía. También sabe que la atención está puesta en el efecto: 1.200 familias ocupando un predio público. A Macri no se le ocurre, o no conoce, otra manera de resolver el asunto que no sea con topadoras blindadas y tropas de asalto. "Si yo tuviera la Federal...", se relamía ayer delante de muchos micrófonos. A él no le importa la causa, quizá ni siquiera pueda verla. Está ocupado con lo que considera una buena oportunidad. "Si entramos a los corchazos, subimos en las encuestas", le susurra una vocecita dentro de la cabeza.
Como dice el amigo Mendieta, nosotros también queremos ver a los equipos de Desarrollo Social y de Salud atendiendo las urgencias de esta población, tan maltratada por esta sociedad tan mezquina que conformamos a los ponchazos.
Desde esta precaria redacción, entendemos que el "asunto Soldati" no se arregla nombrando a Nilda Garré y repudiando la xenofobia, tampoco con violentos desalojos. El asunto es muy complicado, ya hay cuatro muertos y muchos heridos. No hay dudas de que la salida es la de la política. La de la política habitacional, la de buscar soluciones verdaderas a la pobreza estructural, la de empezar a mirar más cuáles son los derechos vulnerados en lugar de tratar de vender un candidato a algo como si se tratara de un shampú.
No hay comentarios:
Publicar un comentario