Los argentinos, como indican la infinidad de chistes que les dedicamos, solemos subestimar a los españoles, sin embargo la realidad ya nos empezó a mostrar lo equivocado de nuestros presupuestos. Al primer revés que sufrimos en el terrenos del fútbol a manos de La Furia, ahora se suma una nueva muestra de que están destinados a dominar el mundo, pero esta vez en el terreno del pensamiento estratégico. Mientras nosotros nos preocupamos por la minería a cielo abierto miren lo que están pensando nuestros queridos gallegos:
Al igual que las reservas de petróleo, parece ser que el cacao será un bien escaso dentro de 20 años. Por fin sabemos como terminará la civilización, no serán los zombies ni las máquinas, sino la escasez de chocolate que nos llevará a guerras fraticidas por conseguir algo donde mojar el churro… y no lo digo en sentido figurado oiga. ¿Pero a qué extraño suceso se deberá el agotamiento de los niveles de cacao mundiales?
No se trata de una extraña plaga que sólo ataca a estas plantaciones ni nada parecido, el único problema es que cada año consumimos más cacao del que se produce y la tendencia es que más tarde o más temprano terminará acabándose.
El gran problema del cacao es que su cultivo no sale tan rentable como plantar otros productos o dedicarse a oficios más estables en el sector servicios. De esta manera los pequeños productores al Oeste de África cada vez están plantando menos cacao.
Las estimaciones dicen que en 20 años será tan raro y caro como el caviar y que muy poca gente podrá permitírselo. Por otro lado las compañías Hershey y Mars están trabajando con el genoma del cacao para crear plantaciones más resistentes y productivas.
Así que ya sabéis, si no nos matan las guerras chocolateras lo harán las horribles mutaciones creadas por el consumo de caco transgénico. El futuro pinta bien.— Dani Burón [Independent]
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