viernes, julio 16

El sueño terminó

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Veamos sus conclusiones...
Por Juan Ferro

Se terminó. Un brutal cachetazo nos devolvió a la realidad. La derrota cruda, sin atenuantes, de la selección Argentina contra Alemania demostró que buenas individualidades no pueden superar la falta de un trabajo de equipo. La selección fue precisamente un culto a las individualidades, empezando por la de su propio técnico – que incluso la llevó a la publicidad.
Pero el análisis debe ir más allá. La selección es hija de la crisis política argentina y de la improvisación total ante esa crisis. Maradona es el técnico argentino por la decisión política de los Kirchner de poner al más “nacional y popular” al frente de la selección
La decisión fue una arreglada con Grondona, mercenario de todos los gobiernos civiles y militares. El gobierno se metió en el fútbol para sacar réditos políticos en su lucha contra la patronal de Clarín. “Fútbol para todos” obedece a ese propósito y a desarrollar un canal de inmensa propaganda y nuevos negocios, como la futura implementación de un nuevo sistema de apuestas en el fútbol en asociación con los K de Telecom. El acuerdo con Telefé para este Mundial es sólo un adelanto de los nuevos negocios del fútbol.
“La selección nacional es un ministerio más del Estado”, diría el poeta y músico Hernán Cabra. Los “intelectuales” a sueldo del kirchnerismo acuñaron en TV pública el slogan la “última parada es la gloria”, o sea una foto con el ídolo convertido de nuevo en campeón del mundo, la estación final después de la ‘parada’ del Bicentenario.
Los ‘intelectuales’ maradanonianos fueron los inventores de los 200.000 afiches con la frase “Dejà Vu” luego de México y “Dejar la vida” antes de los alemanes, pagados con el dinero que le niegan a los jubilados, como lo fue el abortado y bochornoso armado de Hinchadas Unidas, que terminó con un muerto, decenas de deportados y crisis internas y pases de factura entre Aníbal Fernández y Grondona.
La selección llegó al Mundial rodeada de crisis internas entre su propio cuerpo técnico y con muchos periodistas agredidos con la anuencia del gobierno. Toda esta porquería se “taparía” con una gran actuación argentina. La derrota en cuartos de final estuvo muy lejos de la “parada de la gloria”.
La continuidad de Maradona no es un problema futbolístico, cuando está en la agenda el adiós a los K.
En el año de las elecciones se jugará la copa América... en Argentina. Volverá el manoseo de los K, en función de sus intenciones políticas.

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