En una nueva muestra de su "humor" Tinelli ha engañado recientemente a unos pobladores de la Isla Apipé montando una situación en la que se les comunicaba a éstos que un inversor los dejaría sin sus tierras.
No hacen falta mayores comentarios de nuestra parte para imaginar la sensación de angustia y desamparo que sintieron estos sufridos pobladores ni tampoco para calificar laacción del empresario menemista.
Lo que sí podemos aportarles amigas y amigos lectores es una breve entrevista que le realizamos a una trabajadora social del ministerio de Desarrollo que conoce en profundidad la Isla, para que nos aporte su mirada sobre como se vive en ella.
CR-¿Cuál es tu relación con la Isla Apipé?
V-Soy Trabajadora social del Ministerio de Desarrollo Social y trabaje desde el 2006 al 2008 en la Isla Apipe siguiendo las acciones que se llevaban adelante y que comenzaron en el 2005. Entre ellas, mejoramiento de caminos, mejoramiento de infraestructura del Hospital, de escuelas y principalmente la regularización dominial de las tierras, tarea que aun continua
V-Soy Trabajadora social del Ministerio de Desarrollo Social y trabaje desde el 2006 al 2008 en la Isla Apipe siguiendo las acciones que se llevaban adelante y que comenzaron en el 2005. Entre ellas, mejoramiento de caminos, mejoramiento de infraestructura del Hospital, de escuelas y principalmente la regularización dominial de las tierras, tarea que aun continua
CR-Describinos un poco la isla Apipé y su población
V- La Isla Apipe Grande tiene una superficie de 27.710 hs. se encuentra dividida en dos zonas: San Antonio (casco Urbano) y Colonia Gral. Uriburu (extensión rural). Residen allí alrededor de 2000 habitantes (1.525 habitantes según censo del año 2.001), distribuidas aproximadamente 1000 en el caso urbano y otros 1000 en el resto de la Isla.
La isla tiene a lo largo 50 km. de extensión y está ubicada en zona altamente inundable. No contaba, hasta la intervención del Ministerio, con caminos internos, razón por la cual la población debía dirigirse de una zona a la otra a caballo o a pie transitando un camino en zona de estero (laguna y pajonales).
La isla es una reserva natural provincial lo que significa limitaciones en el uso de los recursos naturales para la subsistencia y/o mejoramiento del hábitat, limitaciones que solo se les exige a los residentes.
Se accede a la Isla a través de la localidad de Ituzaingó (Corrientes) a orillas del Río Paraná, desde la que se abordan las lanchas que realizan el traslado.
La vida cotidiana se sustenta en actividades para el autoconsumo realizadas a través de la cosecha de distintos productos agrícolas en huertas y chacras (maíz, mandioca, batata, porotos, frutales, etc.), cría de animales, pesca y caza que eventualmente venden o cambian por mercadería en Ituzaingó o Paraguay.
Las aguas que rodean la isla son paraguayas, esto significa que se presentan problemas jurisdiccionales con la República del Paraguay como prohibiciones para la pesca.
En relación al aspecto territorial, la Isla tiene una ubicación geográfica estratégica con grandes extensiones de tierra. Se crearon Áreas de Reservas para mitigar el impacto de Yacyretá.
Desde hace unos años y hasta el momento las mayores dificultades que atraviesan sus habitantes son: la ocupación ilegal de terrenos por personas de países vecinos (Paraguay), ocasionando peleas por el uso de la tierra para el cultivo. Esta situación es incrementada por la falta de controles de las grandes extensiones de tierras ante la llegada de cazadores furtivos. Y principalmente la falta de regularización en la tenencia de la tierra. La mayoría de la población isleña es residente desde su nacimiento pero no son dueños de la tierra y el acceso a su regularización les resulta practicante imposible. Esta imposibilidad, sin embargo, no existe para los grandes empresarios que le compran a la provincia (dueña de la tierra) grandes extensiones de tierras con fines de explotación, y muchas veces a costa del desalojo de los propios habitantes, sobre todo de aquellos que residen en zonas rurales.
V- La Isla Apipe Grande tiene una superficie de 27.710 hs. se encuentra dividida en dos zonas: San Antonio (casco Urbano) y Colonia Gral. Uriburu (extensión rural). Residen allí alrededor de 2000 habitantes (1.525 habitantes según censo del año 2.001), distribuidas aproximadamente 1000 en el caso urbano y otros 1000 en el resto de la Isla.
La isla tiene a lo largo 50 km. de extensión y está ubicada en zona altamente inundable. No contaba, hasta la intervención del Ministerio, con caminos internos, razón por la cual la población debía dirigirse de una zona a la otra a caballo o a pie transitando un camino en zona de estero (laguna y pajonales).
La isla es una reserva natural provincial lo que significa limitaciones en el uso de los recursos naturales para la subsistencia y/o mejoramiento del hábitat, limitaciones que solo se les exige a los residentes.
Se accede a la Isla a través de la localidad de Ituzaingó (Corrientes) a orillas del Río Paraná, desde la que se abordan las lanchas que realizan el traslado.
La vida cotidiana se sustenta en actividades para el autoconsumo realizadas a través de la cosecha de distintos productos agrícolas en huertas y chacras (maíz, mandioca, batata, porotos, frutales, etc.), cría de animales, pesca y caza que eventualmente venden o cambian por mercadería en Ituzaingó o Paraguay.
Las aguas que rodean la isla son paraguayas, esto significa que se presentan problemas jurisdiccionales con la República del Paraguay como prohibiciones para la pesca.
En relación al aspecto territorial, la Isla tiene una ubicación geográfica estratégica con grandes extensiones de tierra. Se crearon Áreas de Reservas para mitigar el impacto de Yacyretá.
Desde hace unos años y hasta el momento las mayores dificultades que atraviesan sus habitantes son: la ocupación ilegal de terrenos por personas de países vecinos (Paraguay), ocasionando peleas por el uso de la tierra para el cultivo. Esta situación es incrementada por la falta de controles de las grandes extensiones de tierras ante la llegada de cazadores furtivos. Y principalmente la falta de regularización en la tenencia de la tierra. La mayoría de la población isleña es residente desde su nacimiento pero no son dueños de la tierra y el acceso a su regularización les resulta practicante imposible. Esta imposibilidad, sin embargo, no existe para los grandes empresarios que le compran a la provincia (dueña de la tierra) grandes extensiones de tierras con fines de explotación, y muchas veces a costa del desalojo de los propios habitantes, sobre todo de aquellos que residen en zonas rurales.
CR-¿Que opinás sobre la “jodita” que le hizo Tinelli a los isleños?
V-Si bien uno no puede desconocer las “buenas intenciones” de tareas solidarias, en este caso por un programa de televisión masivo, es importante tener en cuenta hasta donde estas “buenas intenciones” generan buenas acciones u ocasionan efectos inversos. En este caso, la “jodita” del desalojo, no fue feliz, ya que los pobladores vienen padeciendo dicha situación sin que nadie venga luego y les diga “fue una jodita”. El temor que ocasionaron estas acciones, la llegada de inversiones para ocupar tierras hoy habitadas por isleños, estaba muy lejos de ser previstas por quienes producían este programa, ya que no se tuvo en cuenta la verdadera realidad de la isla y los verdaderos problemas que sus habitantes atraviesan. Justamente el desalojo de sus tierras ante inversiones de capitales con fines de explotación es una de ellas. Tal vez sí lo supieron y no les importó y eso sería imperdonable.
V-Si bien uno no puede desconocer las “buenas intenciones” de tareas solidarias, en este caso por un programa de televisión masivo, es importante tener en cuenta hasta donde estas “buenas intenciones” generan buenas acciones u ocasionan efectos inversos. En este caso, la “jodita” del desalojo, no fue feliz, ya que los pobladores vienen padeciendo dicha situación sin que nadie venga luego y les diga “fue una jodita”. El temor que ocasionaron estas acciones, la llegada de inversiones para ocupar tierras hoy habitadas por isleños, estaba muy lejos de ser previstas por quienes producían este programa, ya que no se tuvo en cuenta la verdadera realidad de la isla y los verdaderos problemas que sus habitantes atraviesan. Justamente el desalojo de sus tierras ante inversiones de capitales con fines de explotación es una de ellas. Tal vez sí lo supieron y no les importó y eso sería imperdonable.
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