miércoles, diciembre 23

Gracias por los servicios prestados


Duró tan sólo 12 días agitados en su cargo, pero la inquina y el rechazo que despertó en contra de su miope designación, fueron suficientes como para que tuviera que irse por la ventana.
De todas formas, estos 12 días con Abel Posse como Ministro de Educación, fueron más que fructíferos.
En primer lugar, sirvieron para desnudar (por si hacía falta) la fascista ideología del Jefe de Gobierno porteño Mauricio Macri y la caterva de dirigentes que lo acompañan en el PRO, que tanto barruntaron con su pragmatismo y ausencia de ideología.
En segundo lugar, sivieron para dejar en evidencia la torpeza política de Mauricio Macri, quien no deja de pegarse tiros en los pies. Fino Palacios, Ciro James, Osvlado Chamorro, Mariano Narodowski, Abel Posse, demuestran que el caso de las escuchas ilegales le está costando muy caro a quien hasta no hace mucho era una de las grandes esperanzas blancas de la política argentina.
Por último, estos doce días sirvieron para confirmar que los resortes democráticos de la sociedad porteña todavía funcionan. Como decía el sociólogo Eduardo Grüner la semana pasada en una nota publicada en Página/12, hay un cierto piso que la clase media porteña, esa que es netamente conservadora en lo político, liberal en lo económico y progresista en lo cultural, que la sociedad no está dispuesta a negociar.
Un piso que puede parecer bien poco a ojos de algunos, pero un piso sólido sobre el cual se puede comenzar a construir.

No hay comentarios: