Gabriela Michetti íntima

Domingo por la tarde, de a ratos sale el sol, pero persiste la humedad. Gabriela Michetti nos recibe en su cocina, con el pelo recogido, ya sin rastros del planchado con el que se presentó el pasado jueves en el Congeso. Prueba el primer mate y, después de escupir el líquido verde en la pileta, nos mira y dice: "Ahora sí."

CR: Gabriela, ¿es verdad que fuíste niña scout?
GM: Sí, claro...
CR: ¿Sabías que ese movimiento fue introducido en África a comienzos del siglo XX por los oficiales británicos como una herramienta para fortalecer su hegemonía y que aún hoy no permiten la participación de ateos, agnósticos ni homosexuales?
GM: ...
CR: Bueno, cuando termines de tomar ese mate, contános cómo eras en la secundaria.
GM: Ah, muy estudiosa, buena compañera, puntual, sobresalía en Ciencias Sociales...
CR: Tu profesor de Ciencias Sociales de la secundaria nos dijo que recitabas todo de memoria, pero que no lo podías explicar porque el que memoriza no entiende.
GM: No entiendo a qué te referís...
CR: Hablános de tu relación con Lilita Carrió, ¿por qué nunca discuten?
GM: Bueno, la verdad es que tenemos un pacto con el rabino Bergman... formamos como una coalición de lo más conservador de la derecha porteña... ¿No lo sabían?
CR: Te propongo un juego...
GM: ¡Ay, si! ¡Eso me encanta!
CR: Te digo un concepto y tenés que decir lo primero que se te venga a la mente.
GM: Okey.
CR: ¡Justicia social!
GM: ¡Cuando se cayó la 125!
CR:...
GM:...
CR: Por último, ¿qué esperabas de tu gestión junto a Mauricio Macri?
GM: Firmar una buena licitación y pararme para toda la vida.