Por Mariano Barrera
La particularidad del libro de los sociólogos Marcelo Barrera y Fernando Stratta "El tizón encendido. Protesta social, conflicto y territorio en la Argentina de la posdictadura" es que recupera la historia, recobra la memoria de lucha de las clases subalternas, escarbando en los registros de las prácticas colectivas. Contrariamente a la lógica del poder que receta la amnesia colectiva y que desvincula los distintos procesos sociales para que las luchas políticas no logren articularse o abrevar con las experiencias de antaño, en El tizón encendido: Protesta social, conflicto y territorio en la Argentina de la posdictadura, los investigadores marcan la necesaria historicidad de los mismos.
En este sentido, la diversificación de los espacios de lucha, producto de las transformaciones en la estructura económico-social de la Argentina como consecuencia del patrón de acumulación implementado por la última dictadura militar-civil, generó un nuevo proceso de territorialización de la protesta. El territorio, concebido como un campo relacional en el que se desenvuelven nuevas luchas de clase, se presenta, en la actualidad, como algo cualitativamente distinto a lo que fue antaño, en tanto ha adquirido una férrea centralidad.
A partir del análisis histórico, Barrera y Stratta sostienen que esta forma de organización territorial tuvo la peculiaridad de reconstruir los lazos sociales luego de tres hitos trascendentales que coadyuvaron en un proceso de expropiación que reconfiguró las condiciones materiales de las clases subalternas: el último genocidio de Estado, la hiperinflación de febrero de 1989 y la desocupación estructural y masiva registrada desde mediados de la década del 90.
Estas nuevas prácticas de organización social devienen, entonces, en nuevas formas de autoconciencia de los sectores populares que si bien recuperan las luchas sociales de los años 60 y 70 del siglo XX, contienen una potencial singularidad. Es en esta re-significación de la lucha política y social que se presenta una nueva oportunidad para continuar la escritura de la historia.
La particularidad del libro de los sociólogos Marcelo Barrera y Fernando Stratta "El tizón encendido. Protesta social, conflicto y territorio en la Argentina de la posdictadura" es que recupera la historia, recobra la memoria de lucha de las clases subalternas, escarbando en los registros de las prácticas colectivas. Contrariamente a la lógica del poder que receta la amnesia colectiva y que desvincula los distintos procesos sociales para que las luchas políticas no logren articularse o abrevar con las experiencias de antaño, en El tizón encendido: Protesta social, conflicto y territorio en la Argentina de la posdictadura, los investigadores marcan la necesaria historicidad de los mismos.
En este sentido, la diversificación de los espacios de lucha, producto de las transformaciones en la estructura económico-social de la Argentina como consecuencia del patrón de acumulación implementado por la última dictadura militar-civil, generó un nuevo proceso de territorialización de la protesta. El territorio, concebido como un campo relacional en el que se desenvuelven nuevas luchas de clase, se presenta, en la actualidad, como algo cualitativamente distinto a lo que fue antaño, en tanto ha adquirido una férrea centralidad.
A partir del análisis histórico, Barrera y Stratta sostienen que esta forma de organización territorial tuvo la peculiaridad de reconstruir los lazos sociales luego de tres hitos trascendentales que coadyuvaron en un proceso de expropiación que reconfiguró las condiciones materiales de las clases subalternas: el último genocidio de Estado, la hiperinflación de febrero de 1989 y la desocupación estructural y masiva registrada desde mediados de la década del 90.
Estas nuevas prácticas de organización social devienen, entonces, en nuevas formas de autoconciencia de los sectores populares que si bien recuperan las luchas sociales de los años 60 y 70 del siglo XX, contienen una potencial singularidad. Es en esta re-significación de la lucha política y social que se presenta una nueva oportunidad para continuar la escritura de la historia.
PUNTOS DE VENTA: Mu-Punto de EncuentroHipólito Yrigoyen 1440Ciudad de Buenos Aires; Centro Social y Cultural Olga Vázquez, Calle 60 entre 10 y 11, Ciudad de La Plata; Casa Comunitaria, Comodoro Rivadavia 945, Ciudad de MendozaTel: (0261) 4301-224
LIBRERÍAS:
En la Ciudad de Buenos Aires: Prometeo, Corrientes 1916, y sus librerías en las facultades y sedes universitarias del país. Espacio Lacandona, Castillo 480. Ghandi-Galerna, Corrientes 1743. Hernández, Corrientes 1436, Corrientes 1311. De las Madres, Hipólito Yrigoyen 1584. Facultad de Ciencias Sociales, Marcelo T. de Alvear 2230 3° piso. Librería del Mármol, Lavalle 2015. Antígona, Corrientes 1555, Av. Callao 737, Corrientes 1543. Biblos, Puán 378. Gambito de Alfil, Puán 519. Paidós, Av. Santa Fe 1685. Lorraine, Corrientes 1523. El Aleph, Av. Rivadavia 3972, Av. Corrientes 4790. Guadalquivir, Av. Callao 1012. La Crujía, Tucumán 1993. De la Mancha Libros, Corrientes 1888. Vivaldi, Ramos Mejía 845 P.B. El Astillero, Scalabrini Ortiz 2518. Zivals, Callao 395. Librería de Avila, Alsina 500. Jenny, Galerna, Cúspide y Distal en sus sucursales de Buenos Aires e interior del país. En Conurbano: Utopía, Cangallo 41. Temperley. En La Plata: Rayuela, Calle 44 esq. Plaza Italia. De la Campana, Calle 7 N° 1288. Capítulo II, Calle 6 N° 768. En Mar del Plata: Alejandría Libros, San Luis 1745. Fray Mocho, Belgrano 2877. En Bahía Blanca: Raíces Libros, Saavedra 113. En Neuquén: Siringa Libros, Argentina 245. En Rosario: HomoSapiens, Sarmiento 646 Centro Cultural La Toma. En Santa Fe:Ferrovia, 9 de julio 3137. En Paraná: Correveidile, La Paz 82.
En la Ciudad de Buenos Aires: Prometeo, Corrientes 1916, y sus librerías en las facultades y sedes universitarias del país. Espacio Lacandona, Castillo 480. Ghandi-Galerna, Corrientes 1743. Hernández, Corrientes 1436, Corrientes 1311. De las Madres, Hipólito Yrigoyen 1584. Facultad de Ciencias Sociales, Marcelo T. de Alvear 2230 3° piso. Librería del Mármol, Lavalle 2015. Antígona, Corrientes 1555, Av. Callao 737, Corrientes 1543. Biblos, Puán 378. Gambito de Alfil, Puán 519. Paidós, Av. Santa Fe 1685. Lorraine, Corrientes 1523. El Aleph, Av. Rivadavia 3972, Av. Corrientes 4790. Guadalquivir, Av. Callao 1012. La Crujía, Tucumán 1993. De la Mancha Libros, Corrientes 1888. Vivaldi, Ramos Mejía 845 P.B. El Astillero, Scalabrini Ortiz 2518. Zivals, Callao 395. Librería de Avila, Alsina 500. Jenny, Galerna, Cúspide y Distal en sus sucursales de Buenos Aires e interior del país. En Conurbano: Utopía, Cangallo 41. Temperley. En La Plata: Rayuela, Calle 44 esq. Plaza Italia. De la Campana, Calle 7 N° 1288. Capítulo II, Calle 6 N° 768. En Mar del Plata: Alejandría Libros, San Luis 1745. Fray Mocho, Belgrano 2877. En Bahía Blanca: Raíces Libros, Saavedra 113. En Neuquén: Siringa Libros, Argentina 245. En Rosario: HomoSapiens, Sarmiento 646 Centro Cultural La Toma. En Santa Fe:Ferrovia, 9 de julio 3137. En Paraná: Correveidile, La Paz 82.
No hay comentarios:
Publicar un comentario