Todos unidos arrobaremos
Que el gobierno o la oposición y que este o aquel, pero más allá de eso muy poco. El debate político hace tiempo no aporta demasiadas novedades importantes y las discusiones que tantos nos gustan se volvieron tan previsibles como un delantero matungo, sin embargo cada tanto aparece alguna sorpresa y el menos pensado también puede anotar su gol.
Las próximas elecciones hay muchos candidatos que prometen el suyo a la tribuna pero la novedad más importante es el Partido de la Red, una propuesta que ya desde su nombre esboza algunas tensiones conjugando dos conceptos que durante muchos años y sobretodo desde que nos invadió la heladera del posmodernismo fueron términos que marcharon por veredas opuestas como enemigos declarados, sin embargo la web lo puede todo y ahora acá estamos charlando sobre esta imposibilidad que ya tiene personería jurídica y que de novedosa tiene mucho, pero que de superadora ya veremos.
¿De qué estás hablando Willys?“Somos un partido con el objetivo de abrir el ancho de banda de la democracia: no alcanza con votar cada dos años si podemos expresarnos todos los días usando la red…”
“Queremos canalizar la energía de los cientos de miles de ciudadanos que se encuentran diariamente en la Red. Para eso, vamos a poner todos los proyectos de ley que se voten en la Legislatura en nuestro sitio web: los vamos a explicar, los vamos a debatir y los ciudadanos los van a votar.
El compromiso de nuestros representantes es respetar TAL CUAL ese mandato. Si una mayoría de los ciudadanos decide que hay que votar “SÍ” en una Ley, vamos a votar “SÍ”.
Así, mediante un software (#DemocraciaenRed), el #PartidodelaRed propone un cambio cuantitativo y cualitativo en la forma de participar de los ciudadanos: queremos tender un puente entre representantes y representados para ponerlos, literalmente, a un click de distancia”.
¿Y esto con que se come?
El partido de la Red no es como el dulce de leche o la picana un invento argentino. Igual que el Partido Pirata en Alemania o los Verdes algún tiempo atrás, todos con sus propias características y particularidades son parte de un proceso global con denominadores comunes.
Todos, con sus más y sus menos, en alguna medida son manifestaciones del mismo proceso de crisis que enfrentan las democracias occidentales y sus protagonistas más tradicionales los partidos políticos, para abordar las demandas diversas y en muchos casos heterogéneas de estas sociedades modelo siglo XXI, joya, nunca taxi.
Pero… ¿Dijimos crisis? ¿Se trata acaso de un momento excepcional o es más bien un clima de época? ¿Tendrá remedio? ¿Serán estos “nuevos” partidos con sus propuestas la solución? ¿Y que hacemos con las ideologías? ¿Tenía razón Fukuyama? ¿Nos equivocamos en mandarlo a laburar a una tintorería?
El Latinoamerica al menos, pareciera que no de la mano de tantos presidentes que lograron importantes avances caminando a contramano de lo que los dueños de la pelota esperaban de ellos. ¿Pero es suficiente para dar por enterrada esta cuestión?
Vivimos un tiempo de nuevas demandas, de nuevos sujetos, de nuevas sociabilidades y de nuevas tecnologías. Vivimos por eso en un tiempo rápido y en constante tensión que exige muchas veces nuevas recetas porque las conocidas muchas veces quedan obsoletas antes de quitarles el polvo.
Los grandes movimientos populares de este nuevo siglo, los de la derecha pituca y los que se ilusionan con una improbable síntesis comparten por igual este conflicto y sus dificultades para gobernar el conflicto a partir de sus idearios tradicionales.
Pensemos en el aborto o en la ausencia de propuestas serias sobre la “inseguridad” ¿Y el tratamiento de la despenalización de las drogas? ¿Y la defensa del medioambiente? ¿Qué dicen las cartas orgánicas de los partidos mayoritarios sobre esto? ¿Dicen algo?
Porque “populares” y “Opo” coinciden con tanta facilidad en negar el tratamiento del aborto? Siendo como es la mayor causa de muerte entre las mujeres de bajos recursos. ¿Cómo se explica el apoyo a la propuesta de matrimonio igualitario de tantos representantes de la “derecha”?
La propuesta del Partido de la Red busca hacerse fuerte a partir todas estas rasgaduras de los paraguas ideológicos o de las conveniencias partidarias y postula una salida radical. Los partidos y sus bases programáticas no sirven más, nos dicen. Es hora de que alguien se preocupe por lo que de verdad es importante. Es decir, las demandas. Las propuestas. Todo lo otro es papel picado.
El partido de la Red es sobretodo eso. Una propuesta hija de lo que anda mal, en busca de una solución. Una empresa de demoliciones. ¿Pero qué es lo que construyen?
¿Son de izquierda, son de derecha, qué son?
“El Partido de la Red vota en función de su inteligencia colectiva, de la toma de decisiones en red. Dado que la posición del #PartidodelaRed frente a cada tema se decide colectivamente, su alineación política será dinámica y dependerá de los ciudadanos que participen en cada una de las Problemáticas en debate”.
El partido de la Red gambetea las pertenencias de derecha o izquierda y postula una serie de valores importante como los de la participación o la democratización de la sociedad, sin embargo ¿es el software el camino?
Las nuevas TICs pueden ayudar enormemente a democratizar la sociedad y a fomentar la participación pero lo más importante no lo pueden hacer: no pueden reemplazar la lucha política.
¿Qué es lo que une a los usuarios de Internet? ¿Hay alguna visión de la vida que los reúna a todos debajo de un mismo paraguas, aún con todas las rasgaduras de estos tiempos? ¿Cómo superar el sentido común que imponen a diario los dueños de los medios?
Si el Partido de la Red fuera un espejo de las opiniones que construye la sociedad sobre distintos temas: ¿Cómo votarían los representantes de este conjunto dispar por ejemplo respecto al financiamiento para la Asignación Universal por Hijo? ¿Qué leyes propondrían frente al delito? ¿Qué relación con el Mercosur? ¿Y frente al aborto?
¿Y hasta que todos los Argentinos tengan acceso a Internet quienes deciden? ¿Y si sólo unos pocos pueden controlar el software estamos ampliando la banda ancha de la democracia o estamos yendo para atrás y volvemos a los tiempos del Movicom y el voto calificado o notable?
Luke, soy tu padre
El Partido de la Red es sobre todas las cosas hijo de este tiempo y de sus tensiones políticas, aún cuando pudiera estar en su fase adolescente de negación a los padres. Pero es hasta el momento eso. Un cóctel hormonal de la Antipolítica, de la crisis de representación, de la búsqueda de participación y del amor sin límites hacia las nuevas tecnologías. ¿Pero es algo más?
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