"La ministra de Seguridad Nilda Garré no emprendió el camino adecuado de reformas en la Policía Federal, que debió haber sido intervenida, sino que optó por una normalización edulcorada, con la remoción de algunos comisarios pero poniendo al frente a Enrique Capdevila, una persona del núcleo duro de la Federal. Bajo la conducción de Capdevila estuvieron antes todas las unidades de infantería y caballería. Esas fuerzas protagonizaron desalojos violentísimos, con denuncias de violaciones a los derechos humanos, torturas e incluso uso de picanas en algunos casos”.
"En el primer año de gestión de Kirchner, se buscó conducir la policía desde la política, pero esto fue abandonado cuando la Federal mostró los dientes con una seguidilla de asaltos en Palermo, que convencieron a Kirchner de llegar a un acuerdo tácito con la corporación. Las fuerzas policiales en la Argentina regulan el delito para obligar a pactar a los gobiernos y sostener sus intereses corporativos y autonomía".
Marcelo Saín, ex interventor de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) entre 2004 y 2009, y actual miembro de la mesa nacional del partido de Martín Sabbatella, Nuevo Encuentro.
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