En la redacción de Comunas en Red degustábamos un Bordolino cuando se nos ocurrió la genialidad de entrar al polémico sitio Wikileaks para ver si encontrábamos alguna primicia. Y así fue cómo nos enteramos de que ya no existe, porque Amazon les bloqueó el acceso a sus servidores. Parece un chiste, pero el anuncio no vino de parte de la compañía Amazon sino del Senador Joe Lieberman:
"La decisión de Amazon de cortar el acceso a Wikileaks es la decisión correcta y debería representar un estándar para otras compañías que estén siendo utilizadas por Wikileaks para distribuir material obtenido ilegalmente".
La compañía Amazon no es responsable por el contenido que aloja, pero después del anuncio del dinosaurio citado la empresa justificó su decisión argumentando que Wikileaks habría "violado los términos de uso". Es decir, la misma empresa que ofrece manuales de pedofilia online considera inapropiado, por orden del senador Lieberman, hostear a Wikileaks.
Claramente, el anuncio del dinosaurio Lieberman es un mensaje para disciplinar a otros candidatos a servidores de Wikileaks.
Así todo, los medios de comunicación tradicionales siguen preocupados en cómo se ha filtrado la información en lugar de analizar los contenidos de la misma (250.000 documentos)
También se está dejando de lado el principio más poderoso de internet: la libertad.
No sabemos cómo llamarán a este accionar de EEUU sobre Wikileaks en otros lugares, pero en nuestro barrio se llama CENSURA. Pero como todo es tan vertiginoso, el sitio ya está alojado en un servidor de Suiza.
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