"Papel Prensa" y "Fibertel" atentan sin dudas contra el monopolio, incluso y como es obvio mucho más la primera que la segunda, sin embargo mientras todo parece acomodarse para resolver con criterios unitarios la declaración de Papel Prensa como patrimonio público, la medida Fibertel le ha traído más dolores de cabeza que alegrías al gobierno y las críticas caen de todos los costados. ¿Habría que aprender algo de todo esto verdad?
Claro que se puede avanzar contra las pocas familias que se creyeron durante años los dueños de la Argentina, sin embargo hace falta grandeza política.
En nuestra opinión la caducidad de Fibertel es una medida correcta tomada de muy mala forma y hasta que no se informe correctamente perjudica a los usuarios. Lo cual se podría haber resuelto estudiando mejor por parte del gobierno las alternativas, comunicándolas claramente y tal vez dando algún plazo mayor para la migración.
Está claro que quien afirme que se trata de una censura a la libre expresión MIENTE, por lo cual ni vale la pena comentarlo. Sin embargo también parece equivocado descartar la medida hasta que se regularice la situación de la comunicación en la Argentina, tal como lo plantea Solanas, porque a pesar de ser correcto en esencia y razonable, estira la situación ilegal de Fibertel ad infinitum.
Quedan en el debate las cuestiones de la regularización que plantea el diputado de Proyecto Sur, la discusión sobre el monopolio de las Telefónicas en este rubro, el negocio de Pierri y varia cuenstiones más, sin embargo la mayor preocupación del gobierno debería ser -en carácter de urgente- la de profundizar el estudio de la cuestión e informar y la de la oposición progresista en vigilar y hacer cumplir los derechos de los usuarios para que no tengan que absorver costos extras y cuenten con las posibilidades de acceso a Internet en todo el país.
Leemos en el Cronista.com
El jefe del bloque oficialista en Diputados, Agustín Rossi, adelantó que el espíritu del proyecto buscará que la producción de pasta celulosa posea “un marco regulatorio que tiene que definir el Congreso, con la creación de una comisión bicameral integrada por legisladores oficialistas y opositores que tengan las facultades de fiscalizar y controlar todo lo concerniente a esta actividad económica, y que al mismo tiempo puedan participar en carácter de observadores de las reuniones de directorio de Papel Prensa”. Al respecto, Fernando “Pino” Solanas –que comanda un interbloque de once diputados– sostuvo a través de la red social Twitter que considera “correcto que la producción de papel sea declarada de interés público”, porque “los monopolios nunca son la mejor opción”. La socialista Mónica Fein, en tanto, calificó de “conveniente que se declare de interés público la producción de pasta de celulosa” y pidió que “el Congreso de la Nación sea el que debe establecer el marco regulatorio de la actividad”.
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