jueves, agosto 5

Los Movicom son historia pero la Banelco sigue viva


Lamentable práctica ésta de comprar voluntades, aunque a esta altura haya que computarla casi como un dato de la cotidianidad política.
Si en el fútbol existen los panqueques en la política sobran los borocotós.
¿Razones? Son muchas y claro que no todo gira alrededor del vil metal. Hay otras motivaciones que pueden alentar un pacto entre rivales en el que todos ganen. Por ejemplo, la no realización de juicios por causas que afectaron a todos los argentinos, la promesa de una candidatura, etc, etc.
Entonces cabe preguntarse: ¿Cuáles habrán sido las motivaciones que llevaron a Latorre o a Menem a cambiar su rumbo opositor por el de oficialistas a ultranza?
Igualmente ojo con pensar que estas son sólo maniobras del oficialismo porque los radicales y los peronistas extraoficiales también son unos maestros en estas lides. No se olviden de Felipe Solo, parafraseando al perro Verbitzky...
Claro ustedes dirán ¿Éstos se pensarán que inventaron la pólvora? La respuesta es que no. No es ningún hallazgo esto que decimos, sin embargo a pesar de resultar tan claro seguimos pensando la política en estos términos en los que nuestro pueblo cumple la función de simple espectador sin derecho a la opinión y mucho menos al pataleo. ¿Encima tenemos que pensar que alguna de estas opciones que nos plantea la política es progresista?
Después de la experiencia del Frepaso ya sabemos donde terminan los partidos sin gente...
Ojalá no tengamos que conformarnos con esta realidad tan borocotera y ver a quienes puteamos en listas propias y a quienes defendimos en las de enfrente.

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