Eduardo Duhalde íntimo

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Después de una hora de viaje con los ojos vendados y cruzando sobre un puente levadizo, llegamos al castillo de Duhalde. Los tres hombres armados que nos guían, nos cuentan que toda la residencia está rodeada por un zanjón profundo y lleno de cocodrilos. Nos quedamos pensando en eso mientras esperamos en una sala enorme, en la que predomina un mural con la imagen del papa Ratzinger.

Por fin, aparece Duhalde, quien luego de saludar comenta que responderá nuestras preguntas con total honestidad e insiste en que sólo lo llamemos "su majestad".

CR: ¿A qué se dedicó entre 1976 y 1983?

ED: Bueno, a estudiar mucho y recorrer los barrios, preocupado por la situación de entonces...

CR: Perdón, pero nos prometió honestidad en las respuestas...

ED: Está bien. En el 76 era intendente de Lomas de Zamora y me sacaron los militares. A partir de ahí me dediqué, más que nada, a hacerme bien el boludo. Después, en el 83 volví a ser intendente y lo fui hasta que conocí a Carlos...

CR: Y ahí empezó a levantarla en pala...

ED: ¿A qué te referís?

CR: A la guita.

ED: Ah, sí, también.

CR: ¿Cómo explica la muerte de Kosteki y Santillán?

ED: Bueno, ya teníamos casi apagados los cacerolazos gracias a mostrarnos como una clase política que se aliaba con el sector productivo nacional. Además, nos habíamos metido en el bolsillo a los ahorristas con eso de que le íbamos a devolver dólar por dólar. Una disyuntiva. Para la opinión pública (la gente): Tenía que tomar decisiones y no podía permitir que unos muertos de hambre me cuestionaran la gestión. Para el movimiento de desocupados (el pueblo): Tenía que empujarlos a hacerse más fuertes. Así que, valga la analogía, maté dos pájaros de un tiro: quedé bien con el establishment y fortalecí a los movimientos de desocupados al victimizarlos. Pero, como casi todo, se malinterpretaron mis intenciones.

CR: ...

ED: Ahora tengo una idea impresionante, lo del pacto de la Moncloa argentino. ¿Saben de qué se trata?

CR: Se nos pasó el tiempo. ¿Lo dejamos para la próxima?

ED: Claro, para cuando sea presidente en 2011, ahí les voy a hacer una oferta que no van a poder rechazar.