La Copa viaja con arena hacia Cataluña

En la redacción de Comunas en Red somos futboleros y por lo tanto queríamos compartir con nuestros queridos amigos y amigas lectores una breves consideraciones sobre la final del mundial de clubes que se disputó en el día de hoy sobre las lejanas tierras de Dubai.

En primer lugar, queríamos felicitar a ámbos equipos: en el caso del Barcelona por su compromiso y su confianza con el estilo de juego que los transformó en el mejor equipo del mundo, para ser sinceros, con anterioridad a su llegada a las tierras del jeque millonario en cuestión.

En el caso de Estudiantes por su entrega y su coraje que cerca estuvieron de consagrarlo campeón ante un equipo que lo superó ampliamente durante 75 minutos (2° tiempo y los dos tiempos suplementarios)

Más allá de estas felicitaciones pertinentes, queríamos también aprovechar la oportunidad para dejar también expresa nuestra opinión sobre la necesidad perentoria que vive nuestro fútbol de introducir cambios profundos que posibiliten resolver la situación económica de nuestros clubes para que finalice la sangría aberrante de jugadores que se destacan en el ámbito local.

Hoy se vio un enfrentamiento que bien podría haber sido visto como el de David y Goliath, por la portación de apellidos ilustres en el cuadro del Pep Guardiola, y la ausencia de éstos en los de La Plata, más allá de los de Verón, Boselli y algún otro. (Vale destacar que es precisamente Estudiantes uno de los clubes que más ha intentado con orden insitucional pelear esta batalla desigual contra los euros de Europa y su constante compra de jugadores)

Es por esto que resulta importante reflexionar sobre estas cuestiones para aportar a que algo cambie y podamos recuperar la jerarquía futbolística que nuestros clubes han conquistado durante años de competencias internacionales.

Esto es lo que en principio queríamos compartir con ustedes pero esperamos como siempre sus inestimables comentarios y aportes. Por nuestra parte salimos raudos a practicar penales sobre la chapa del almacén del gallego de la esquina con botines para lluvia intentando no ahogarnos en alguna de las piletas naturales que dispuso sobre la ciudad la gestión del ingeniero Macri.