El presidente del Instituto de la Vivienda de la Ciudad (IVC), Roberto Apelbaum, reconoció la semana pasada ante la Legislatura porteña, que en 2010 el Gobierno de Mauricio Macri recortará un 40 por ciento (200 millones de pesos) del presupuesto destinados a ese organismo. (Fuente Diario Crítica, miércoles 11 de noviembre de 2009).
En este sentido, de los 12 programas del Instituto, a 5 se les reducirán los recursos y otros 4 serán directamente eliminados. Así, no habrá más plata para los planes destinados a rehabilitar conventillos, ni para apoyar a cooperativas de construcción; no se adjudicarán viviendas para sectores de clase media y se suspenderá la traza de la ex AU3, entre otras perlitas.
Resulta grave y alarmante que en una ciudad en la que se calcula que, por lo menos, el 15% de sus habitantes (casi 500.000 personas) enfrenta serios problemas de vivienda, el Gobierno decida recortar fondos para construir viviendas sociales.
Basta con recorrer algunas cuadras de la Ciudad para darse cuenta de que el ejército de indigentes que no tienen un lugar adonde vivir se agiganta con el correr de los días.
Ante este panorama por demás aciago, los pobres porteños por lo menos tienen algo para festejar: ante la gran cantidad de denuncias judiciales que estaba generando en su contra, la semana pasada Mauricio se vio obligado a disolver la patota de la UCEP.
O sea, no les va a dar vivienda pero por lo menos no los va a seguir cagando a palos…
En este sentido, de los 12 programas del Instituto, a 5 se les reducirán los recursos y otros 4 serán directamente eliminados. Así, no habrá más plata para los planes destinados a rehabilitar conventillos, ni para apoyar a cooperativas de construcción; no se adjudicarán viviendas para sectores de clase media y se suspenderá la traza de la ex AU3, entre otras perlitas.
Resulta grave y alarmante que en una ciudad en la que se calcula que, por lo menos, el 15% de sus habitantes (casi 500.000 personas) enfrenta serios problemas de vivienda, el Gobierno decida recortar fondos para construir viviendas sociales.
Basta con recorrer algunas cuadras de la Ciudad para darse cuenta de que el ejército de indigentes que no tienen un lugar adonde vivir se agiganta con el correr de los días.
Ante este panorama por demás aciago, los pobres porteños por lo menos tienen algo para festejar: ante la gran cantidad de denuncias judiciales que estaba generando en su contra, la semana pasada Mauricio se vio obligado a disolver la patota de la UCEP.
O sea, no les va a dar vivienda pero por lo menos no los va a seguir cagando a palos…
1 comentario:
Ja lo mejor de la nota es el cierre. aunque mas q ganas de reirse dan ganas de llorar ante el desastre q esta haciendo macri con los pobres de esta ciudad.
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