martes, octubre 27

Asignación por hijo


Según trascendió por estos días en distintos medios de comunicación, el Gobierno nacional, finalmente, se apresta a enviar al Congreso de la Nación el proyecto de ley de un plan de asignación por hijo de 180 pesos para trabajadores/as en negro, que incluiría a quienes perciben el Plan Familia y Jefes y Jefas de Hogar.
Por supuesto que los dos puntos álgidos, que ya despiertan no pocas polémicas, son, por un lado, si la asignación debe ser focalizada o universal, y, por el otro, de dónde saldrán los aproximadamente 12.000 millones de pesos anuales que se necesitarían para financiar la iniciativa.
Respecto del primer aspecto, quienes sostienen que el Plan debe limitarse solamente a los trabajadores/as en negro y a los/las que reciben planes asistenciales, afirman que, de otra forma, se estaría poco menos que derrochando la plata, en tanto se destinarían recursos a quienes realmente no los necesitan. Por caso, recibirían 180 pesos tanto los desocupados/as como empresarios/as multimillonarios/as como Blaquier, Bulgheroni, De Narváez, Magnetto, Miguens o la nieta de Amalia Lacroze de Fortabat, por citar sólo algunos.
En cambio, el argumento esgrimido por quienes quieren que la asignación sea para todos es que de esa manera se evitarían las tristemente célebres “prácticas clientelares”.
Resulta difícil no encontrar argumentos válidos en ambas posturas. Es cierto que darle 180 pesos por hijo a gente que realmente no lo necesita es una forma de hacer un pésimo uso de los recursos públicos (y en este caso no estamos hablando de poca plata). Pero conociendo la lógica y las prácticas de muchos dirigentes y punteros políticos, no es menos cierto que restringir el número de los destinatarios implica correr riesgos de discrecionalidad en la selección de los beneficiarios.
El tema está instalado y será eje de debate a lo largo de las próximas semanas.
Lo que sí está fuera de discusión desde nuestra perspectiva es de dónde debe salir esa plata: de quienes más tienen. Y aquí sí, consideramos que el Estado tiene una tarea urgente e indelegable, que es realizar, de una vez por todas, una profunda y estructural reforma impositiva, que transforme el regresivo régimen tributario actual en uno mucho más progresivo, que, por ejemplo, no castigue a los más pobres con el 21 por ciento del IVA incluyendo los productos básicos y evite que quienes ganan millones todos los días con las inversiones financieras especulativas eludan sus responsabilidades fiscales (en este sentido, hay que recordar que la Argentina es de los pocos países en el mundo que no cobra un impuesto sobre los activos financieros).
En definitiva, habrá que seguir con atención el proceso de debate durante los próximos días. Para aportar ideas y sugerencias pero también para desentrañar la mentira de quienes, en el marco de una campaña demagógica e hipócrita, piden a gritos una asignación universal por hijo pero al mismo tiempo se oponen a cobrarles impuestos a quienes más tienen, como sucedió, por ejemplo, con la fallida Resolución 125.

1 comentario:

Tincho dijo...

Jejeje. Muy bueno. Estaría bueno copiarlo, pegarlo y mandarselo derechito a Pino y sus amiguitos, a ver si esta vez aprenden a levantar la manito cuando corresponde en la Camara de Diputados