Macri no puede dejar de pensar en la AU3: esos costosísimos terrenos ocupados por pobres en una de las zonas más cotizadas de la Capital Federal le quitan el sueño desde hace tiempo. Mr. Burns no puede concebir que esas tierras se usen para algo que no sea negocio.
Estamos hablando de lo que queda de la autopista faraónica que Cacciatore pretendía construir para unir Saavedra con Pompeya. Expropió brutalmente esos cientos de terrenos y el proyecto quedó ahí (aunque cabe reconocer que en algunos lugares todavía pueden encontrarse pilones de autopista a medio levantar que como ruinas de concreto se erigen entre casas y plazas dando testimonio). Tras la vuelta de la democracia esas tierras fueron siendo ocupadas y nació la “traza de la exAU3”: un conjunto de viviendas y terrenos baldíos con solución de continuidad que atraviesan la ciudad, fácilmente identificables por su disonancia con el resto de las manzanas circundantes. Sin embargo, es el SECTOR 5 el protagonista de esta novela, que ya tiene colores de culebrón centroamericano. Hace más de 20 años que se disputa el destino de este tramo que va desde Av. Congreso hasta Los Incas, entre Donado y Holmberg, sin alcanzar mayores resultados en términos de solución para ninguno de los involucrados. La gestión Macri inauguró sin dudas una nueva temporada en esta serie, incluyendo como protagonista principal a sus amigotes del mundo inmobiliario. Es que son 15 manzanas que atraviesan Belgrano R, Coghlan y Villa Urquiza… un negocio de entre 50 y 100 millones de dólares.
En 2008 la Legislatura sancionó la Ley de Emergencia Habitacional, que entre otras cosas prohibía desalojos en inmuebles propiedad de la Ciudad. Macri la vetó, y ordenó desalojar la traza a sus matones de la UCEP. La jueza Liberatori falló a favor de un recurso de amparo presentado por los ocupantes, y logró detener los desalojos. Entre idas y vueltas el año pasado el gobierno porteño logró ‘reubicar’ al 38% de las familias mediante subsidios y aprietes: su combo preferido. Ahora, cual nuevo capítulo, Macri impulsa la creación de la Corporación Puerta Norte, un organismo descentralizado que administraría todos los bienes de la ciudad en esa zona, pudiendo venderlos o explotarlos económicamente sin ningún tipo de control, y usar el dinero reaudado para ‘fines sociales’. Esto pasa sobre la Ley 324, que contemplaba como central la situación de los ocupantes, estipulando diversas medidas para que fueran propietarios de los inmuebles o beneficiarios de planes de vivienda social, y se constituye en un eslabón más de la política macrista de desalojos, represión y vaciamiento del IVC.
Mr Burns se empeña en meter bajo la alfombra cualquier mención al problema habitacional en la ciudad, limitándose a hablar de problemas urbanísticos, de suciedad e inseguridad (ver denuncia hecha por los ocupantes ante el INADI) y de necesidades financieras del distrito, expresando una visión del mundo por la cual no debiera asombrarnos si en el curso de los próximos meses escuchamos al actual Jefe de Gobierno declarar, a la usanza de Cacciatore, que a Buenos Aires ‘hay que merecerla’.
Estamos hablando de lo que queda de la autopista faraónica que Cacciatore pretendía construir para unir Saavedra con Pompeya. Expropió brutalmente esos cientos de terrenos y el proyecto quedó ahí (aunque cabe reconocer que en algunos lugares todavía pueden encontrarse pilones de autopista a medio levantar que como ruinas de concreto se erigen entre casas y plazas dando testimonio). Tras la vuelta de la democracia esas tierras fueron siendo ocupadas y nació la “traza de la exAU3”: un conjunto de viviendas y terrenos baldíos con solución de continuidad que atraviesan la ciudad, fácilmente identificables por su disonancia con el resto de las manzanas circundantes. Sin embargo, es el SECTOR 5 el protagonista de esta novela, que ya tiene colores de culebrón centroamericano. Hace más de 20 años que se disputa el destino de este tramo que va desde Av. Congreso hasta Los Incas, entre Donado y Holmberg, sin alcanzar mayores resultados en términos de solución para ninguno de los involucrados. La gestión Macri inauguró sin dudas una nueva temporada en esta serie, incluyendo como protagonista principal a sus amigotes del mundo inmobiliario. Es que son 15 manzanas que atraviesan Belgrano R, Coghlan y Villa Urquiza… un negocio de entre 50 y 100 millones de dólares.
En 2008 la Legislatura sancionó la Ley de Emergencia Habitacional, que entre otras cosas prohibía desalojos en inmuebles propiedad de la Ciudad. Macri la vetó, y ordenó desalojar la traza a sus matones de la UCEP. La jueza Liberatori falló a favor de un recurso de amparo presentado por los ocupantes, y logró detener los desalojos. Entre idas y vueltas el año pasado el gobierno porteño logró ‘reubicar’ al 38% de las familias mediante subsidios y aprietes: su combo preferido. Ahora, cual nuevo capítulo, Macri impulsa la creación de la Corporación Puerta Norte, un organismo descentralizado que administraría todos los bienes de la ciudad en esa zona, pudiendo venderlos o explotarlos económicamente sin ningún tipo de control, y usar el dinero reaudado para ‘fines sociales’. Esto pasa sobre la Ley 324, que contemplaba como central la situación de los ocupantes, estipulando diversas medidas para que fueran propietarios de los inmuebles o beneficiarios de planes de vivienda social, y se constituye en un eslabón más de la política macrista de desalojos, represión y vaciamiento del IVC.
Mr Burns se empeña en meter bajo la alfombra cualquier mención al problema habitacional en la ciudad, limitándose a hablar de problemas urbanísticos, de suciedad e inseguridad (ver denuncia hecha por los ocupantes ante el INADI) y de necesidades financieras del distrito, expresando una visión del mundo por la cual no debiera asombrarnos si en el curso de los próximos meses escuchamos al actual Jefe de Gobierno declarar, a la usanza de Cacciatore, que a Buenos Aires ‘hay que merecerla’.
1 comentario:
muy buena nota compañeros!
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